domingo, 5 de junio de 2011


Yo, que nunca hice caso de las normas, me decían una cosa y hacia lo contrario, quería saltármelas. Quería hacer lo que quisiera y cuando quisiera, sin importarme las consecuencias. A mí que me daba igual hacer daño a la gente, porque no conocía esa palabra. Yo odiaba pedir perdón. Y nunca entendía el concepto echar de menos, que fusilaba las reglas. Solía ser egoísta y quererme a mí y solamente a mí.  

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